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El arquillo del Ayuntamiento de Sevilla y la fachada sur de este edificio renacentista de estilo plateresco, construido sobre el diseño del arquitecto Diego de Riaño, lucen actualmente todo su esplendor tras las labores de restauración promovidas por el Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial. Estos trabajos de rehabilitación han contado con un presupuesto de 174.585,2 euros y han sido dirigidos por la arquitecta María Dolores Robador González, toda vez que la institución espera comenzar en verano la recuperación de la fachada correspondiente a la plaza de San Francisco.
El alcaide del Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial, Antonio Rodríguez Galindo, y el director conservador, Antonio Balón, han pormenorizado este miércoles los detalles de estas labores de restauración adjudicadas a la empresa ‘Sanor’ por un importe de 174.585,2 euros. Según han explicado, los operarios han trabajado sobre el arquillo y la fachada sur de la Casa Consistorial durante aproximadamente ocho meses bajo la dirección de la arquitecta María Dolores Robador González.
Sobre el edificio, icono del estilo plateresco, cabe recordar que cada una de sus fachadas paramento está compuesta por dos plantas, si bien en el cuerpo del arquillo existe una tercera añadida en el siglo XIX y coronada por una balaustrada sobre la cornisa merced al proyecto de Demetrio de los Ríos. El arquillo, de hecho, es un vestigio del antiguo convento de San Francisco, derribado en el siglo XIX. En ese sentido, la construcción primigenia del siglo XVI fue incorporada al nuevo edificio municipal de estilo neoclásico según un proyecto aprobado con fecha 15 de diciembre de 1850 y diseñado por Balbino Marrón.
Las labores de restauración ejecutadas por ‘Sanor’ han comprendido, inicialmente, la sustitución de algunas balaustradas deterioradas y la retirada de morteros semejantes a sillerías para la instalación de nuevas y verdaderas sillerías de piedra. Las «lagunas» de piedras talladas de las cornisas y pilastras ha sido recompuestas con morteros pétreos de cal y la piedra del conjunto ha sido limpiada de costras, sales y materiales nocivos. En todo momento, en la intervención ha regido el «criterio» de utilizar los materiales originales que los primeros constructores emplearon, sobre todo porque se trata de materiales «nobles de altísima protección».
«MÚLTIPLES MICROFISURAS»
Además, las cornisas, gárgolas y contornos afectados por la humedad y la acción del agua han sido impermeabilizados, toda vez que la intervención ha sido rematada con una última «consolidación» de la piedra de las fachadas y de las esculturas, dado que los perfiles y superficies sufrían «múltiples microfisuras» y «alteraciones» de la naturaleza de la piedra como consecuencia de las precipitaciones y de los gases contaminantes. El «máximo respeto y cuidado» al monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), ha marcado la actuación, según defiende la institución.
Así, Rodríguez Galindo y Balón han explicado a Europa Press que una vez finalizada esta intervención, las pretensiones del Patronato del Real Alcázar pasan por comenzar en verano, «quizá en agosto» las labores de restauración correspondientes a la fachada este del edificio consistorial, precisamente el sector del monumento que corresponde a la plaza de San Francisco. Si bien la intervención no ha sido presupuestada aún, podría ascender a aproximadamente 300.000 euros
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